Hoy, más que nunca, es importante hablar sobre la depresión, una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo. No se trata de «estar triste» o «tener un mal día»; es una enfermedad seria que puede afectar profundamente cada aspecto de la vida.
Este día nos recuerda que:
– No estás solo/a. Hablar es el primer paso hacia la sanación.
– Pedir ayuda es un acto de valentía, no de debilidad. Existen profesionales y redes de apoyo que pueden marcar la diferencia.
– La empatía importa. Escuchar sin juzgar puede salvar una vida.
Si tú o alguien que conoces está luchando contra la depresión, recuerda que siempre hay esperanza. Cada día puede ser un nuevo comienzo.
Juntos/as, podemos romper el estigma y construir un mundo donde nadie tenga miedo de pedir ayuda.